—Ya no me encierro en el baño con navajas de rasurar –dice la niña.
Ahora las palabras son cuchillas. Ahora el golpeteo del agua en el lavabo. "Afuera hay un río".
―¿Por qué siempre repites eso?
La bailarina se ha puesto un tutú de hojas de naranjo. "Sólo nos queda aprender a danzar en el vacío".
No hay comentarios:
Publicar un comentario