Literatura & Psicología

18.1.15

Distopía

toda la civilización ha sido devastada. Los rebeldes somos perseguidos por los líderes. Busco desesperadamente mi cámara fotográfica: de mí depende guardar la evidencia. Logro rescatarla de un baño donde un líder está orinando. Mientras corro voy tomando fotos de la masacre; logro colarme al interior del Edificio de los Teléfonos, una fortaleza donde vive lo que queda de la humanidad civilizada.

En el gran salón las personas pasan los dedos sobre sus celulares y estos proyectan, en una pantalla gigante, escenas de balaceras, personas incendiadas vivas… una niña corre con la ropa desgarrada abrazando una muñeca. Nadie sabe de dónde o cómo llegan estas imágenes a los aparatos telefónicos, algunos científicos sostienen la teoría de que son recuerdos de la gente que ha muerto en la guerra.

Las imágenes son retransmitidas a los televisores de quienes viven en el interior de este edificio; les sirve de entretenimiento. No tienen nada que hacer. Aquí nadie trabajaba ni sale de su habitación. Diariamente una mujer pasa a dejarles un recipiente desechable con comida típica mexicana. No hay familias, solo personas aisladas.

Tengo que hacer algo absurdo para que nadie descubra que vengo de afuera, actuar como una persona "normal" sería sospechoso. Comienzo a levitar por los largos pasillos amarillos. 



Soñado el sábado 17 de enero.

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