lo bueno de tener un marido bipolar
es que
de a poco te das cuenta
que no necesitas el Discovery Channel
ni un colegio privado para tus hijos
ni banda ancha portátil
ni clases de inglés los viernes
ni botas recubiertas de ante
ni ver el hombre de
acero en el cine
ni siquiera un televisor
sabrás que la vida es sencilla
más simple de lo que parece
la internet llega a tu casa como lluvia
a raudales o en goteos intermitentes
pero nunca escampa
siempre habrá un vecino amigable
o un buen golpe de suerte
a cualquier escuela que esté al cruzar la calle
lo esencial lo aprenderán
construyendo robots con trozos de alambre
quitándoles la cabeza a las polillas muertas y
claro
en esas interminables charlas contigo
sobre saurópodos
y nebulosas
no hay tiempo para el spleen
hasta el aburrimiento es un animal desbocado
los minutos caballos con pezuñas rotas
que bajan por la
pendiente del reloj
a los límites de tu silencio
follas diez veces seguidas
y dices no fue suficiente
descubres más lágrimas de las que creíste posibles
al
traspasar el
horizonte de la realidad
porque la
realidad no existe es una mera palabra
para cubrir esos
incómodos huecos en el pensamiento
dejados por dios al concluir su obra
basta un solo par de zapatos
para llegar al desierto o a Soriana o a la tiendita de la
esquina
rasgarte la piel entre nudillos la
cabeza en una barda
ese balcón que te seduce y muerde
abajo
la tierra sus
nubarrones rojos sobre tu carne
dibujo: mvg
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