
Es
curiosa la forma en que la Historia se va tejiendo en el imaginario colectivo,
como asociamos rostros con frases e inventos famosos y las suposiciones que nos
hacemos acerca de algún pasaje histórico en relación a lo que sabemos –o, mejor
dicho, lo que nos han contado.
Por ejemplo, la etiqueta de “nuevo mundo”
impuesta por los conquistadores nos podría hacer creer que tuvimos alguna
desventaja evolutiva en nuestro continente, en relación a los demás, debido a
que “comenzamos tarde”. Sin embargo, considerando que el poblamiento de América
se inició alrededor del año 40 000 a.C., cuando apenas empezaba a existir el homo sapiens sapiens –cohabitando aún
con los últimos neanderthalensis–, podemos
decir que el hombre, tal como lo concebimos hoy, inició su historia al mismo
tiempo en América y en el resto de los continentes.
Ya, hablando de Mesoamérica, damos por
hecho que “Olmecas” –en la escuela lo aprendimos– era un grupo específico de
habitantes de la llanura aluvial del Golfo de México, cuando este nombre, en
realidad, fue dado arbitrariamente a un grupo de pueblos de la familia
mixe-zoque. Las expresiones típicamente olmecas no eran propias de una etnia sino de un fenómeno que abarcó
varias regiones. Claro que, por cuestiones prácticas, podemos seguir llamando
de esta manera al grupo particular en cuestión.
Lo mismo pasa con el término “huastecos”;
es bien sabido que esta denominación les fue dada por los nahuas; ellos
llamaban a su propia cultura, téenek.


A veces las confusiones y errores de
interpretación van más allá de darle o no crédito a alguien por sus inventos, y
pueden causar verdaderos desastres en el pensamiento universal, porque hasta los más sabios se han equivocado. Por ejemplo, Aristóteles, que
detestaba ensuciarse las manos con trabajo experimental, a través de su razonamiento llegó a la conclusión de que la Tierra es el centro del
universo, que los hombres tienen más dientes que las mujeres, que los astros
son inalterables y que los cuerpos más pesados caen más rápido a la Tierra.

Y así, la lista es tan interminable como la Historia.
Imágenes en orden de aparición: Evolución del homo sapiens, Albert Einstein, Hermann Minkowsi, Giordano Bruno.
Imágenes en orden de aparición: Evolución del homo sapiens, Albert Einstein, Hermann Minkowsi, Giordano Bruno.
gracias por invitarnos a reflexionar!
ResponderEliminaratte. Flor Toraya