Fotografía:mvg
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Alicia regresó al mismo pozo por el que había caído numerosas veces, persiguió al mismo conejo y volvió a beber la poción que decía bébeme. El té azucarado ya no le quitaba el cansancio. Después de treinta años no recordaba cómo era el mundo del que había partido. ¡Ufff!, pensó. Esta vez dejaría que la reina de corazones le cortara la cabeza.
Como Alicia estamos inmersos es una agobiante rutina que estamos obligados a repetir ya sea a niveles inconscientes o preconscientes. Creemos tener la libertad de escoger aunque en ocasiones está fuera de nuestra realidad que nuestro inconsciente opta por prescindir de maneras insólitas e inesperadas.
ResponderEliminarInteresante escrito, Marisol. Me ha gustado.
ResponderEliminar¡Qué contraste había en aquella versión Disney entre la dulce Alicia y la furibunda reina de corazones!
Arriesgada manera esa de intentar acabar con el "sueño"...
No entiendo eso de "spleen". ¿Qué significa? ¿es inglés?
¡Que tengas un bonito día!
José
Hola, José. Tiene diversas acepciones. Yo la refiero, desde su origen griego, como melancolía, así la acuñó Baudelaire.
EliminarSaludos.