Publicado en La Razón. Tampico, Tamaulipas. 26 de abril de 2011.
.
Después de leerla, pensé de inmediato: ya había escuchado antes esta historia. ¿Me la habrá contado un compañero de escuela hace años?, aunque tal vez no se trataba de su tía abuela, sino de una amiga de su madre, o de su madrina, qué se yo.
Esto es lo maravilloso del libro El secreto de mi tía abuela, de Yarezi Salazar (Regia cartonera, 2010). La narración es tan fresca y sencilla que nos hace creer que es real; el lector adulto recordará alguna vivencia similar y, si se trata de un chiquillo, se sentirá plenamente identificado con la lectura.
La escritora regiomontana describe el mundo infantil, pleno de imágenes y sensaciones, a través de una voz interna, mágica y juguetona. El texto es acompañado por las magníficas ilustraciones del artista visual –también de Monterrey– Fernando Cavazos Salinas.
A lo largo de 47 páginas va desentrañándose un universo doméstico que, al pasar por la mirada de un niño, se hace extraordinario: vapores fantasmales, sombras con cuernos y colmillos, hechiceras que se convierten en culebras o tarántulas.
“Aunque parezca lo contrario –así inicia su relato el pequeño protagonista–, mi tía es una bruja. Por las noches practica magia y habla con diablos y fantasmas. No puedo demostrarlo porque no tengo pruebas, por eso no he dicho la verdad a mis papás”.
Este libro ha llegado a mis manos y –lo que es aun mejor– a las manos de mi hijo de tres años, gracias a Laura Fernández, quien, junto con Nérvinson Machado coordina la Regia cartonera. A fines del año pasado, esta editorial sacó a la luz pública el volumen de Yarezi. Desde la portada hasta las hojas interiores, está hecho con material reciclado.
Entusiasmada, leí el cuento para mi hijo. Le conté como la tía Manuelita se había hecho gran amiga de su sobrino nieto; como una ocasión, su gato había asustado al muchachito y cómo éste, unos días después, vio un humo verdoso saliendo bajo la puerta de la recámara. Creyó que la tía era una bruja malvada, pero al final, descubrió algo inesperado.
.
Mi hijo me contó su propia versión de la historia: en nuestra cocina había un gato-monstruo, un fantasma abuelito y un diablo que se convertía en silla. Estos seres querían comerse al niño, pero la tía lo salvó.
El secreto de mi tía abuela es un libro que puede leerse de muchas maneras, capaz de cautivar al público lector más exigente y sincero: los niños. La Regia cartonera, en una andanza quijotesca, ofrece éste y otros títulos en los diversos foros donde se presenta. Puedes estar al tanto de sus actividades en su blog: http://regiacartonera.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario