Literatura & Psicología

12.8.10

En el corazón de la Huasteca Queretana

Publicado en La Razón. Tampico, Tamaulipas. Martes 10 de agosto de 2010

Las nubes no están aquí, dormidas en su lecho montañoso, como las encontré hace años. No se ve la desnudez de la roca en escarpado sueño de cinabrio. Lo que domina el paisaje es un ejército de árboles erectos, verdes, envueltos en la media luz del atardecer.

La Sierra Gorda, abrupta sección de la Sierra Madre Oriental, me recibe con sus mejores galas de verano. Las lluvias han dejado su rastro esmeralda entre las piedras. Sólo con la mirada puedo acariciar los pliegues de tierra color marrón, amarillo y negro que bordean, a ratos, la sinuosa carretera.

Llego a mi destino, Jalpan de Serra, pueblo de la Huasteca Queretana al que siempre es un placer visitar.

Colindante con el estado de San Luis Potosí, Jalpan se encuentra situado en la región norte de Querétaro. Su nombre proviene del náhuatl xal (li), “arena”, y pan “sobre”, que quiere decir “sobre la arena”.

El lugar es hermoso. El Sol despliega su manto dorado sobre el adoquín de las calles, tan limpias como el cielo.

El cronista Roberto Berrones Montes dice en su libro sobre Jalpan, que las investigaciones actuales hacen suponer que su cultura empieza entre los 500 y 600 años d.C. “Los vestigios de cerámica de procedencia teotihuacana así como huasteca atestiguan los asentamientos prehispánicos no solamente en el municipio de Jalpan, sino en todo un radio de acción en esta región serrana, de tal forma que olvidamos que las tradiciones y costumbres que nos quedan fueron, en su mayor parte, la herencia legada por los huastecos [...]”

Al centro de la población se yergue el templo franciscano, construido entre 1751 y 1758, la más antigua de las cinco misiones de la Sierra Gorda. Obra en la que participó directamente Fray Junípero Serra, originario de Petra de Mallorca, España.

En la fachada de la parroquia, entre diversos símbolos religiosos, se observan las imágenes de la virgen de Guadalupe y la virgen del Pilar, clara alusión al vínculo entre México y España.

La gente entra con devoción, no falta quien moja las yemas de sus dedos en el agua bendita, quien deja una fotografía prendida con alfileres de esperanza para el Santo Niño de la Mezclita: un Niño Dios llevado de Guanajuato a la comunidad de la Mezclita en 1950 (ya desde el siglo XIX se le atribuían milagros), y finalmente traído a la misión de Jalpan. Los días 5 y 6 de enero se reúnen quince o veinte mil personas provenientes de las comunidades y aun de otros estados, en la que se considera la fiesta más importante del municipio.

Yo celebro a esta tierra mestiza. Amo el fuego que crece en las pupilas de los pames, la tersura bronceada de sus manos mezclándose con la palma, dura y maciza, para hacer de los canastos su propio cuerpo. Amo la danza del viento sobre el lomo de los cerros.

Atardece.

En el corazón de la sierra la eternidad me aguarda.

3 comentarios:

  1. Al igual que la huasteca poblana, serrana huasteca queretana también permanece en un olvido por estos rumbos del cual sólo puede salir con un artículo como este. El final es imperdible...

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  2. La huasteca queretana, extraviada en la sierra como está suele pasar desapercibida por estos rumbos. Es bueno que hagas un artículo para recatarnos de nuestros olvidos involuntarios. El final es preciso... =)

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  3. Muchas gracias por el espejo de tu voz, Kamui.

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