Literatura & Psicología

19.5.14

Laboratorio de ratas y niños

casi es la hora de impartir cátedra en la universidad y toda la ropa que hay en el clóset de mis padres es de hace diez años. ¿Cómo voy a caber en estas blusas si estoy embarazada? Poco a poco, al irme probando las blusas, mi panza desaparece frente al espejo. 

Salgo. Un monte oscuro y espeso enmarca el pavimento. Para evitar ser arrollada por un automóvil me elevo sobre los árboles. Flotando llego hasta un cementerio. ¡Qué viejas y abandonadas tumbas! Una lucecita titila dentro de una capilla. Abro. Por dentro es bastante amplio: encuentro mesas e instrumentos de laboratorio. 

Hombres y mujeres, con trajes blancos y cofias, se mueven sigilosos. Veo a una mujer dar vueltas a un torno ardiente con el que desuella ratas. Un hombre disecciona niños vivos, otro más le saca a uno el ojo derecho. Un joven ríe mientras le inyecta a la víctima una sustancia que vuelve su cuerpo gelatinoso. 

Los niños ahora son gusanos translúcidos con pelambre verde fosforescente.

Un alarido.

Los ojos caen de sus órbitas.



Soñado el 14 de mayo de 2014

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