Literatura & Psicología

28.6.13

Kilos de palabras o Los días más santos de la poesía

Publicado en La Razón, Tampico, Tamaulipas, jueves 27 de junio de 2013.

Nada como volver a encontrar a los amigos, estrechar los años y las horas en un saludo, caminar hombro a hombro tejiendo la urdimbre de la memoria y, lo mejor de todo, compartir el pan de la poesía a pedazos lentos. Esto es lo que me viene a la mente cuando pienso en el quinto encuentro de escritores Los Santos Días de la Poesía, ocurrido entre el jueves 20 y el domingo 23 de junio, en Ciudad Madero.

     Como en anteriores ocasiones, Celeste Alba Iris convocó a los amantes de la palabra con dos propósitos fundamentales: intervenir el horizonte a través de la imagen poética y continuar con la tarea, iniciada hace cuatro años, de formar un acervo de los poetas de nuestro estado. A falta de instituciones especializadas en literatura que se encarguen del rescate y la conservación de la poesía tamaulipeca, surgió esta iniciativa civil que ha dado, ya, valiosos frutos, como la antología “Aquella voz que germina” (Gobierno de Tamaulipas, 2010) y diversas mesas de estudio y análisis que anualmente se hacen dentro del coloquio “Verbigracia”.

     El Centro Cultural Bicentenario abrió sus puertas. En esta ocasión, a manera de lluvia de ideas, gestamos la semilla de otros proyectos (no del todo nuevos, pero con el propósito de que el esfuerzo conjunto ahora sí los haga realidad), entre ellos, formar un directorio de autores tamaulipecos y un portal electrónico.

     Dos recitales enmarcaron los días, uno de apertura, a cargo de Carlos Acosta, gran amigo y leal seguidor del Encuentro, y otro de Elí Isaí, joven poeta chihuahuense que desde hace dos años se ha integrado con entusiasmo.

     Fue grato para mí ver rostros conocidos como los de Arminé Arjona y Carmen Amato, de Ciudad Juárez, Chihuahua, mujeres con una voz auténtica, matizada por vivencias poderosas; Alejandro Ipatzi, de raíz tlaxcalteca, Wulfrano Luna, del Distrito Federal y Romina Cazón, argentina residente de Querétaro. Por supuesto, los tamaulipecos: Lorena Illoldi, Marisa Avilés, Erika Said, Sandra Ruth Sosa y José Olvera, además muchos más nombres del estado, y de otras latitudes.   
 
     El viernes por la tarde, en el Centro de Excelencia de la UAT, tuve a bien re-encontrarme con algunas voces del sur del estado: Diana Zamora, que leyó un poco sobre “Mitos e imágenes de la Huasteca” y “Aquí la memoria”, Sandra Ruth Sosa, quien ha vuelto a los escenarios culturales con una voz matizada por suave melancolía; Martha Izaguirre, en la que oigo erigirse al poema con una madurez cantante y Leslie Dodlejal, de quien me quedó claro –eso dijo–, el currículum no es tan importante.

     Sin duda, el mejor momento fue cuando Gloria Gómez Guzmán y Arturo Castillo Alva compartieron las páginas del atardecer, el sábado, en Torratos Café Gourmet. No siempre tiene uno el privilegio de estar frente a dos voces como éstas que, sin duda signan el panorama de las letras tamaulipecas.

     No agoto en estas líneas las impresiones e imágenes, sólo puedo decir que me sentí abrazada por versos y sonrisas. Como augurio de nuevos encuentros, dejo aquí uno de los poemas que Gloria nos obsequió:
 
La polilla que vive en los libros
dice el poeta– se me parece
ella también necesita devorar
kilos de palabras
para que le salgan alas


No hay comentarios:

Publicar un comentario