Literatura & Psicología

13.2.13

Mujeres guerreras

Las mujeres que mueren en guerra, o mueren en el primer parto, son igualadas a los guerreros que cayeron en el campo de batalla. Todas van a la casa del Sol, todas moran en el Poniente. Cuando el Sol por la mañana sale, le van siguiendo y agasajando y festejando los valientes guerreros hasta llegar al mediodía. Allí salen a su encuentro las mujeres, acompañadas con sus armas y le van acompañando con gran regocijo y fiesta. Le llevan en unas andas hechas de plumas de quetzal y cubiertas con un dosel de plumas: entre ricas plumas le llevan. Y en tanto que los guerreros van a libar flores en la tierra, ellas van voceando alegres, haciendo alarde de guerra y festejo grandioso hasta llegar al ocaso, en donde dejan al Sol y vienen los moradores de la región de la muerte a recibirle. Ellas se esparcen por las sombras de la noche a infestar el mundo.


Tomado del texto de Sahagún, en sus Memoriales de Tepepulco, citado por Ángel María Garibay en Épica náhuatl.

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