Literatura & Psicología

2.5.11

Alixia Mexa, la flor del desierto

Publicado en La Razón. Tampico, Tamaulipas. Martes 3 de mayo de 2011.
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Me habían hablado del desierto, de sus revelaciones bajo el arrebol de un cielo impasible, de los pétalos de piedra emergidos en el silencio. Pero hay que vivir allí para entenderlo, hay que ser niña entre las arenas vidriosas del atardecer para acercarse al misterio. Alixia Mexa, joven poeta de Ciudad Jiménez, Chihuahua, en su libro Rosa de arena (CONACULTA / Gobierno del estado de Chihuahua, 2010) nos entrega un testimonio vivo de su paso por la tierra candente del norte, su ciudad-raíz, la zona en que el oxígeno se hace flor.

Conocí a Alixia el mes pasado en Ciudad Victoria, durante el encuentro de escritores Los Santos Días de la Poesía. Llegó en la madrugada del sábado 16, cargada de libros y sueños. Por la tarde, presentó su poemario en el parque recreativo de Tamatán, junto a la vena certera de Arminé Arjona, también poeta chihuahuense.

La Rosa de arena me acompañó en mi retorno a Tampico. En esta época apresurada, cuando el amor se globaliza y la violencia nos apuntala, me pareció un remanso hallar una expresión unida a la tierra, al paraíso fincado en la niñez con espinas carmesí; a la vida que nunca deja de ser mágica, salvo cuando cerramos los ojos.

Tal vez por esa cercanía con el gran habitante de la sierra tarahumara, Alixia cree en la Poesía como una entidad viva que elige a sus heraldos; en la alquimia del verso que transmuta lo cotidiano en maravilloso. Esa convicción la ha llevado a decir: “creo en la esencia de la palabra por encima de todo”.

Sus letras saltan de un lugar a otro, de la memoria a la esperanza, del rarámuri tarahumar al rostro de un actor hollywoodense; hay ángeles y cuervos, tambores y polvo, huellas circulares que regresan al Origen, “un sabor magnetizado por las flores” alabando a Rayénari, dios creador del mundo.

Los personajes míticos emergen de metáforas limpias y sencillas que me hacen pensar en los diálogos de un niño con la naturaleza. Como esta imploración a una antigua princesa:

Ya estoy mitigando mi sed de conocerte, a ti, noble Basaseachi
en el flujo de una cascada
donde tu espíritu fluye inmortal
donde derramas tus ritos
tu cuextécatl
donde tus pies conducen la pelota de madera, bajo la lluvia del sol
que te bendice.

Alixia se llama a sí misma Dulcinea del Toboso, pero es también la dama andante que pelea contra molinos de viento. Su voz, fruta carnosa, pende sobre el tiempo, madurándose despacio. Nos deja ver sus derroteros, su vocación de maestra y amiga en este ramaje de textos que, seguramente, irán hacia una vasta travesía literaria.


2 comentarios:

  1. Felicidades a nuestra embajadora en Chihuahua México Alixia Mexa! :)

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  2. Alondra Reyes y 1F19/3/12, 21:47

    felicidades es un gran orgullo tener y poder conocer a esta gran mujer que a dado todo por alcanzar la meta muchas felicidades maestra
    ATTE: alondra reyes

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