Literatura & Psicología

7.12.10

Imágenes de la fertilidad

Publicado en La Razón. Tampico, Tamaulipas. Martes 16 de noviembre de 2010.
Leer para un público es hacer una orgía de palabras. La lectura, este acto íntimo, privado, se vuelve un festín colectivo. Cuando se lleva a cabo en un lugar abierto donde cualquiera puede pasar y detenerse, el lector, desde su estrado, hallará en el flujo de transeúntes un buen indicador de los alcances de su voz.

El domingo pasado, dentro del marco de la novena Feria del Libro en Tampico, leí una selección de textos del proyecto que he venido desarrollando durante el presente año, con el apoyo del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Tamaulipas. De soslayo, mientras iba de una página a otra, veía rostros amalgamados en una sola mirada, ora oblicua, ora directa. Rostros que se fugaban en un mar de cuchicheos o que permanecían varados frente al escenario.

Imágenes de la fertilidad: Canciones al hijo del viento, es como he titulado este viaje poético a través del País Serpiente o Tének Bíchou. La Huasteca transfigurada en una mujer, preñada por el Viento del Norte, le canta a su hijo, el hombre, mostrándole las voluptuosidades del paisaje y narrándole su historia.

Este libro, aún en gestación, es concebido como un poema de largo aliento que va desarrollándose en nueve estancias. Para la presentación preliminar elegí cuatro de ellas: “el acto amoroso con el viento”, “alumbramiento junto al mar”, “del Atlántico a la sierra” y “donde las aguas se hacen nudo”.

Ha sido mi propósito forjar un libro que pueda leerse desde distintos ángulos, ya sea la recreación del erotismo de la tierra, el juego mítico-histórico o el homenaje a la fertilidad misma, presente en la naturaleza y en la mujer-madre.

La presencia de Quetzalcóatl hilvana versos en sus diferentes advocaciones, como Lucero de la mañana (Tlahuizcalpantecuhtli) y como viento del norte (Ehecatl).

Me precio de contar con los oleajes visuales del artista plástico Juan Cano –quien ha comenzado una serie de obras alusivas a estos poemas–, los cuales acompañaron mi lectura; además, de algunos personalísimos testimonios fotográficos.

Al final, no faltó quien me obsequiara su sonrisa y el calor de su saludo.

¿Qué más puedo decir? El tema no es nuevo. ¿Hay alguno que lo sea? Elegí esta travesía de imágenes y sueños porque creo en el amor como un acto de la voluntad, un rito en que el dolor y la violencia del “estar vivo” dan paso a la reinvención del Yo-fértil, raíz que puede sustentar nuestro viaje por el mundo antes de volver a las entrañas del polvo.
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2 comentarios:

  1. Lo único que me pesa de todo esto, es no poder compartir físicamente esta alegría contigo. Desde el último rincón de Nuevo Laredo, un abrazo sincero, como siempre :)

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  2. Querida amiga, siempre me acompañas como una red luminosa de pájaros y canciones

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